La pandemia del COVID-19 nos cambió la vida. Las rutinas y costumbres que teníamos en todos los ámbitos empezaron a cambiar y yo diría que algunas deberían quedarse para siempre. Es claro que este confinamiento obligatorio es molesto, no permite que hagamos la vida a la que estamos acostumbrados, nos sentimos limitados en derechos y hasta con miedo por la incertidumbre de lo que puede pasar. Pero yo quiero que veamos algo positivo en todo esto y por eso quiero referirme a la medicina y al trabajo por teléfono y videoconferencia.
Si algo genera pánico en estos momentos es tener que ir a un centro médico, clínica u hospital, que susto ir a un sitio donde existe una probabilidad mucho más alta que haya personas contagiadas con el virus; mejor dicho, no deberíamos ir por allá si no es estrictamente necesario. Y por eso es que la medicina por teléfono y por video se ofrece como una gran alternativa; en estos días tuve mi primera cita médica por teléfono, la cual había cancelado presencial por temor a ir al consultorio, y debo decir que no fue nada diferente a una presencial, o corrijo, si fue diferente, pero mejor y más agradable porque no tuve que desplazarme hasta el sitio en medio de trancones, tampoco esperar eternamente en esas salas de hospitales y absolví todas mis dudas en una simple llamada telefónica; por supuesto que no todos los casos lo van a permitir, pero sí muchos donde no sea necesario una revisión personal y en estos casos debería ser por teléfono de ahora en adelante. Como consecuencia de esa cita, sigo contándoles mi experiencia, surgió la necesidad de hacer terapias y ahora me siento en las tardes, en la comodidad de mi casa, 30 minutos con mi computador a hacer los ejercicios que me orienta la fisioterapeuta por videollamada en tiempo real.
Y lo mismo está sucediendo con el trabajo. Muchas profesiones y actividades laborales permiten esta modalidad, de hecho, en el mundo y en Colombia ya había venido implementándose el trabajo desde la casa y en estos momentos se ha convertido en la mejor estrategia para que las empresas puedan seguir funcionando durante la emergencia y los trabajadores seguir generando ingresos.
Son cambios de hábitos y de mentalidad que nos están sorprendiendo en estos momentos de cuarentena, pero que también nos abren muchas posibilidades personales y como sociedad. Aprovechemos la tecnología a disposición, aún cuando no estemos tan familiarizados con ella, démosle la oportunidad que entre a nuestras vidas; estoy seguro, son muy grandes los beneficios que nos traerá.