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La democracia se está derrumbando con la pésima elección (generalmente comprada). Aipe y Palermo son buenos ejemplos.
Aipe tiene el récord de alcaldes ladrones, que han saqueado el municipio, que se enriquecieron cuando llegaban a sus arcas miles de millones de pesos, por cuenta de las regalías petroleras. Se robaron todo y el pueblo vive en la tragedia de su pobreza.
Palermo también ha elegido pésimos alcaldes, como el de hoy, Victor Polanía Vanegas, más conocido como “Pujacho”, con una vida privada bochornosa y una vida pública estrambótica.
Polanía visita de vez en cuando su municipio. Es mas fácil verlo en Las Vegas o Singapur. Dicen que aprendió de su primer gobierno que los arreglos con los contratistas se firman y se cobran en el exterior.
Salió de la cárcel (para eso son los buenos abogados) por situaciones que lo comprometían con enriquecimiento ilícito. Sin embargo, logró imponer a su sucesor (Helber Yesid Pinzón Saavedra) quien tuvo el encargo de tapar entuertos y cuidarle la espalda .
Camufló, escondió y ocultó todos los disparates, delitos y “travesuras” de su mentor, pero no pudo hacerlo con el robo de la casa y los sueños a unas 40 familias pobres, a quienes les adjudicaron viviendas en el papel.
“Pujacho” se inventó una Unión Temporal con un tal Nelson Emiro Linares Zárate, para desarrollar un proyecto de vivienda de interés social denominado “Jurisdicción del Carmen y otras”, unas cien casas, que al final sólo entregaron sesenta.
No obstante, las alertas del interventor Melquised Chavarro, quien denunció una y otra vez el incumplimiento en el desarrollo de la obra, el alcalde pagó el 100 por ciento del dinero convenido: mitad el municipio, mitad el Estado a través del Banco Agrario, casi mil millones para la época (2006-2008).
Acosado por las familias defraudadas, el amigo de Polanía y nuevo alcalde, “Chepe” Pinzón (le dicen Chepe fortuna por su nueva condición después del cargo) se vio obligado a denunciar el robo, pero acusó sólo al contratista, no a “Pujacho”.
El caso se embolató (o engavetó) o lo refundieron en alguna fiscalía y sólo ahora lo están desempolvando por presión de los abogados Jorge Cortés y Carlos Alberto Caviedes, quienes le piden a la fiscalía vincular a Polanía al proceso, por delitos contra el patrimonio público, recordándole a la fiscalía local el plan “Bolsillos de cristal”, empuñado por el fiscal general contra la corrupción.
Toda una desgracia, una entre cientos de fechorías. Por elegir alcaldes desgraciados.