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Mientras trato de entender el fenómeno del agujero negro en el espacio, la tía Elisa investiga sobre la morcilla negra que devora el municipio de Aipe.
-Sin duda (me informa la tía) el alcalde más cuestionado y sancionado penal, fiscal y disciplinariamente en la historia política de Aipe es Octavio Conde Lasso. Le recuerdan sus funcionarios como “el toro”, embistiéndole a la gente y al presupuesto, sin hígados, con descaro.
Hugo Hernán Garzón fue primero concejal, juicioso en el control político. Como alcalde fue nefasto. Le apodaron “el “huracán Katrina” (arrasó con todo). Sancionado por todas las “ias”.
A García Lara lo recuerdan como “el loco Jorge Luis”, con sus botas pantaneras y sombrero de ala ancha. Amable y de buen humor pero terminó en la cárcel, por cuenta de “morcilla” y sus propias menudencias.
El tal morcilla, alto y blanco pero de conciencia negra (Jorge Luis Lasso) , fue secretario de obras públicas y el artífice –dicen- de la mayoría de los atracos cometidos en Aipe.
Por cuenta de “morcilla”, también terminó mal su mandato atípico de 17 meses Severiano Lugo Vargas, aunque le reconocen algunos esfuerzos y buena fe (a Lugo).
“Morcilla” tiene un capítulo especial en la política Aipuna. No ha sido alcalde pero sí “funcionario de confianza” (codicioso, perverso, corrupto). Planificaba las obras, definía los presupuestos, dirigía licitaciones, supervisaba los contratos. Y cuando llegaron los problemas cayeron los alcaldes, no él
Luis Felipe Conde Lasso, ha sido como su hermano dos veces alcalde. Aipe se hundió con los Conde en la pobreza, pero las fincas de Luis Felipe son inmensamente productivas. Octavio lo ha perdido casi todo en los casinos (lo que por agua viene…).
Luis Felipe está casado con Constanza Arias, también ex alcaldesa de Aipe, hoy defensora regional del pueblo, sin que se conozca su gestión.
Jesús Ernesto Alvarez, coinciden muchos, ha sido el peor alcalde. Humilde en campaña, prepotente y agresivo en el cargo. Se enriqueció de tal manera que optó por irse a Argentina, donde disfruta de su riqueza mal habida.
Al actual alcalde José Sevel Castro se-le-ve la sumisión a su jefe político Luis Felipe Conde. Callado, sin discurso, con múltiples investigaciones, dedicado a sobrevivir en el cargo. Patrocina la campaña de Ormalia Vargas como candidata la alcaldía de Tesalia.
Vienen las elecciones y el panorama no es muy halagüeño. Por ahí siguen los Conde merodeando la alcaldía. Figura una señora entaconada. Y un candidato montado en los tacones del gobernador.