
El ingeniero Jorge Valderrama, presidente de la Asociación huilense de ingenieros, teme por su vida, tiene miedo. Viene denunciando la corrupción imperante en la contratación pública de obras. Y vive en Pitalito, donde –según él- tampoco hay transparencia, ni seguridad.
Valderrama tiene dos hijos, en dos matrimonios y por lo menos 56 sobrinos y nietos, una familia muy feliz. Cuando se refiere a ellos y piensa en sus miedos de ser atacado estalla en llanto, contenido pero inmanejable.